
QUIMERA CINECLUB

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Bárbara, sandbox de la imaginación.
MATEO MARTIN DUQUE

En Bárbara se evidencia una mujer valiente, fuerte y con ideales claros en su cabeza aunque sus decisiones van a estar determinadas por la situación en la que se vea envuelta. Con una gran interpretación de Nina Hoss, estrechamente relacionada con los trabajos de Petzold, se muestra una doctora fría, arrogante y decidida a soportar su situación hasta que pueda escapar del país.
Ella se enfrenta a una nueva realidad, la monotonía de sus días se ve marcada por los largos planos mientras conduce una bicicleta por diferentes caminos rurales y el sonido ambiente como único soporte a los largos silencios que presenta el filme. El contexto político lo imponen dos agentes que vigilan constantemente el hogar de Bárbara, que luego de sus múltiples intentos por escapar de su rutina para tener contacto con Jörg (Mark Waschke), un personaje que se muestra forzado dentro de la historia para dar la esperanza de libertad, recibe su visita con el fin de realizar una denigrante búsqueda de cualquier elemento que no sea bien visto por las autoridades.
En el hospital aparece André Reiser (Ronald Zehrfeld), un doctor en una situación similar a Bárbara que sobresale por su actitud, siendo amigable, formal y mostrando un claro interés por su nueva compañera de trabajo. El completo distanciamiento de la protagonista frente a los otros personajes que intervienen en la cinta durante su comienzo, y la frivolidad con la cuál maneja en cámara los encuentros de Bárbara con su Jörg, quien se supone es el único que puede despertar “pasión” en ella, no permiten conectarse emocionalmente con el filme y su final. Es Stella (Jasna Fritzi Bauer), una joven paciente en embarazo, la que despertará los sentimientos de Bárbara, tratará de ayudarla para que en su condición no se vea obligada a realizar trabajos forzados en el centro de detención juvenil de donde proviene.
Una gran fotografía mostrada en los diferentes paisajes merecía el acompañamiento de una banda sonora más marcada en la película. El ritmo lento manejado por el director es entendible hasta cierto punto, pero el final requería una mayor velocidad. Partes de la trama como la relación de Bárbara con Jörk y el paciente al que le realizaron la cirugía en su cabeza no tienen un cierre, al igual que la cinta en general. Lo que deja muchos espacios a la imaginación del espectador. En conclusión, una buena producción que se presta para una secuela.
Junio 11 de 2015
Este drama ambientado en 1980 es escrito y dirigido por Christian Petzold, quien ganaría en 2012 el Oso de Plata a Mejor Director en el Festival de Cine Internacional de Berlín por esta película. Cuenta la historia de una doctora alemana, Bárbara Wolff (Nina Hoss), quien luego de solicitar un permiso para salir de la República Democrática Alemana recibe un traslado a una pequeña provincia a forma de castigo para trabajar en un hospital bajo la vigilancia del Ministerio para la Seguridad del Estado Alemán.